jueves, 1 de mayo de 2014

CAPÍTULO 3 ♥

El doctor tomó aire y le dijo.
DOCTOR: Está bien, se ha despertado, solo necesita descansar y no hacer movimientos bruscos, eso si, le voy a ser sincero, llega a tardar unos minutos mas y no se hubiera despertado, estaba muy débil.
XX: ¿Puedo entrar a verla?
DOCTOR: Claro que si.
XX: Vale, gracias.
El doctor se fue, el chico se dio la vuelta, me miró y me abrazó, no me esperaba ese abrazo pero le correspondí, la verdad que me alegraba que esa mujer estuviera bien, el chico se separó de mi.
XX: ¿Cómo te llamas?
GEMMA: Me llamo Gemma ¿y tú?
XX: Me llamo Pablo.
GEMMA: Pues encantada, me alegro de que tu madre esté bien.
PABLO: Gracias Gemma, eres mi ángel, si no hubiera sido por ti mi madre no seguiría con vida.
GEMMA: No, yo.. solo he hecho lo que otra persona en mi situación hubiera hecho.
PABLO: Tú le has salvado la vida, y te lo debo a ti.
GEMMA: Bueno, no es nada, ve a ver a tu madre.
PABLO: Muchas gracias.
GEMMA: No tienes porque dármelas.
Pablo se acercó a mi, me dio un beso en la frente y se fue para la habitación, yo me volví a mi casa con mi hermano. Cuando llegué saludé a mi hermano y me fui a darme una ducha, me duché, me vestí con algo mas cómoda y bajé al salón, mi hermano estaba viendo la tele y yo me puse a verla con el. Se hizo de noche y yo no tenía hambre, me tomé un zumo, me lavé los dientes, le di las buenas noches a mi hermano y me fui a mi habitación a descansar, mañana empezaría mi trabajo.
<Narra María.>
Me desperté y miré la hora, ya era de noche, me había quedado dormida, me levanté de la cama, recogí los papeles de la matrícula, los puse todos ordenados en el escritorio y bajé al salón, mis padres estaban en el sofá viendo la tele, los saludé y me fui a la cocina a prepararme un sandwich y un zumo para cenar. Lo preparé y me fui a cenar a mi habitación, mientras cenaba terminaba de rellenar la matrícula. Cené y rellené los papeles, llevé el plato y el vaso a la cocina y volví arriba, me lavé los dientes, me puse el pijama y me acosté, mañana tenía que llevar la matrícula. Al día siguiente me levanté, me duché, me vestí, me peiné y me pinté un poco.. Iba así:
María:

Terminé de arreglarme y bajé a la cocina a hacer el desayuno, saludé a mis padres y me lo preparé, me lo tomé, cuando terminé me lavé los dientes, cogí mis llaves y mi móvil y me fui a la universidad. Una vez allí me encontré con la misma mujer de la otra vez, me acerqué pero tenía que esperar ya que había un chico delante mía.
XX: Oye ¿podrías darte prisa? tengo que irme.
No paraba de molestar a la mujer y la pobre no encontraba lo que estuviera buscando.
XX: ¿Estás ciega? mira bien.
No paraba de decirle cosas y yo ya me estaba cabreando.
XX: No sirves ni para buscar papeles, voy a hacer que te despidan.
MARÍA: ¿Por qué no te callas la boca?
El chico se giró y me miró.
XX: ¿Y tú eres..?
MARÍA: Yo soy la que te dice que dejes de insultarla, si tienes prisa vas y lo buscas tú, ya que ella está ciega, a lo mejor lo encuentras tú,  que lo sabes todo.
XX: ¿De dónde coño has salido?
MARÍA: Joder que pesado, venga ya chaval, lo buscas tu o dejas a la mujer que haga su trabajo.
Se volvió a girar y esta vez se dirigió a la mujer.
XX: ¿Puede darse prisa por favor?
La mujer siguió buscando y lo encontró.
RECEPCIONISTA: Aquí tiene joven.
XX: Vale, gracias.
El chico se dio la vuelta para irse.
MARÍA: Así esta mucho mejor, te ha costado.
XX: Si, ya..
El chico se fue y yo le entregué la matrícula a la mujer.
MARÍA: Que tenga un buen día señora.
RECEPCIONISTA: Muchas gracias, igualmente.
Salí de aquel edificio y me dirigí a casa, por el camino vi un parque grande y decidí sentarme en un banco a tomarme un refresco y así hacía tiempo y no estaba tanto tiempo en casa encerrada. Me compré el refresco y me senté a tomármelo, estaba bebiendo cuando alguien me habló.
XX: Hombre mira a quien tenemos aquí.
Alcé la vista y era el mismo chico que esta mañana y estaba con sus colegas.
MARÍA: Vaya, mi día mejora por momentos. -Dije sarcásticamente.-
XX: ¿Siempre eres tan borde?
MARÍA: Bueno, tengo mis días.
XX: Ya veo.
MARÍA: ¿Qué haces aquí? ¿no hay parque suficiente?
XX: No, que va.
MARÍA: Pues yo veo mucho.
XX: Pues vete si quieres.
MARÍA: ¿Siempre eres tan chulo? o es que están tu colegas.
XX: No, siempre soy así.
MARÍA: Pues ten cuidado que algún día alguien te quita esa chulería.
XX: Lo dudo.
MARÍA: Pues muy bien.
Me di la vuelta pero me llamó y me giré.
XX: ¿Cómo te llamas?
Le sonreí y me volví a girar para irme, caminé y en cinco minutos llegué a casa. Era la hora de comer así que me preparé algo de pasta, comí, cuando terminé recogí lo que ensucié, fregué y me fui a mi habitación. Estaba realmente aburrida así que me puse música haber si me relajaba algo, sin querer me quedé dormida.
<Narra Gemma.>
Al día siguiente me levanté a las 6:00 de la mañana, me vestí y me recogí el pelo con una coleta. Iba así:
Gemma:

Ya estaba lista, bajé a la cocina, me preparé una tostada y un zumo y me lo tomé, cuando terminé me lavé los dientes y salí de la casa para ir al trabajo, caminé y en diez minutos llegué. Cuando llegué entré y saludé a mi jefe,Raúl.
RAÚL: Buenos días Gemma.
GEMMA: Buenos días Raúl.
RAÚL: Mira, este es tu compañero de trabajo, Mario, Mario ella es tu nueva compañera Gemma.
GEMMA: Encantada -Dije alargando la mano para saludarlo.-
El chico se me quedó mirando serio, miró mi mano pero no me saludó, así que quité la mano y me puse muy seria, ¿pero que se cree este? en fin, mi primer día y ya estaba incómoda con mi compañero.
RAÚL: Bueno, poneros a trabajar.
GEMMA: Claro.
Mi jefe me dio un delantal y me lo puse, estaba en la barra y esperé que llegara la gente. La gente comenzaba a venir y había mucho trabajo, yo tomaba nota y le daba los pedidos a Mario, este los hacía y me los daba para llevarlos a la mesa. Había mucha gente y yo lo hacía todo con rapidez. El primer turno ya había terminado pero yo quería trabajar mas y ganar mas dinero, así que hablé con mi jefe al cerrar.
GEMMA: Eh, Raúl.
RAÚL: Dime.
GEMMA: ¿Podría coger los dos turnos?
RAÚL: ¿Tú no estudias?
GEMMA: Eh, no, tengo que trabajar.
RAÚL: Gemma, a tu edad tienes que estudiar no trabajar.
GEMMA: Ya, pero yo quiero ayudar a mi hermano.
RAÚL: Bueno, pues yo te doy el turno de tarde si así lo quieres y también estarás con Mario.
GEMMA: Genial.. -Dije sin ganas.- Digo, vale.
Mario se me quedó mirando, yo no lo miré, me despedí de mi jefe hasta la tarde y me fui para mi casa, estaba llegando cuando alguien me tocó el hombro, me sobresalté ya que no me lo esperaba, me di la vuelta y era..

No hay comentarios:

Publicar un comentario