domingo, 4 de mayo de 2014

CAPÍTULO 5 ♥

Era Dylan.
MARÍA: ¿Qué haces tú aquí?
DYLAN: Salí hace una semana y me he matriculado aquí ¿y tú qué? ¿cómo te va todo?
MARÍA: No sabía que quisieras estudiar, pues muy bien, no me puedo quejar.
DYLAN: Me alegro.
MARÍA: Gracias.
DYLAN: Bueno, ya me voy, me ha alegrado verte, cuídate.
MARÍA: Igualmente, cuídate.
Dylan se fue y yo me fui a casa de Gemma a contárselo, me había quedado completamente helada, era la última persona del mundo que fuera a ver aquí, llegué a casa de Gemma y llamé. Me abrió Christian y le di dos besos.
MARÍA: ¿Está tu hermana?
CHRISTIAN: Aún no ha llegado de trabajar, le falta aún media hora, puedes esperarla aquí si quieres.
MARÍA: No, voy a ir a comer que tengo hambre y cuando termine vengo.
CHRISTIAN: Vale.
MARÍA: Hasta luego.
CHRISTIAN: Hasta ahora.
Me fui de la casa de Gemma y me fui a la mía, llegué, saludé a mis padres, me fui a mi habitación, solté la mochila, bajé a la cocina, me preparé la comida, comí, recogí todo lo que ensucié y fregué. Cuando terminé me fui al baño, me lavé los dientes y me fui a mi habitación, me puse a escuchar música mientras esperaba que pasara el tiempo para ir a casa Gemma a contarle lo que me había pasado.
[Narra Gemma.]
No podía creer quién estaba en mi casa, era Mario, al verlo me tapé con las manos, este se me quedó mirando y luego apartó la vista.
GEMMA: ¿Qué coño haces aquí?
MARIO: Vengo a traerte algo.
GEMMA: Espera que me vista anda, baja, que ahora bajo yo.
Mario bajó y yo me quedé ahí quieta pensando en la situación, cuando reaccioné me fui a mi habitación, me puse el pijama de verano ya que hacía muchísima calor y bajé al salón haber que era lo que me traía este chico. Cuando bajé lo vi hablando con mi hermano.
GEMMA: Bueno ¿qué era eso que me habías traído?
MARIO: Toma. -Extendió su mano.- Se te cayó al irte.
No me lo podía creer.
GEMMA: Mi móvil, dios, no me había dado cuenta, muchas gracias.
MARIO: De nada.
CHRISTIAN: Oye Gemma ¿qué tienes en el labio?
GEMMA: ¿Yo? nada.
CHRISTIAN: Venga que nos conocemos, por eso te has ido corriendo para tu habitación, ¿qué te ha pasado?
GEMMA: Que no me ha pasado nada de verdad, no te preocupes.
MARIO: Bueno, yo ya me voy.
CHRISTIAN: ¿No habrás sido tu no?
GEMMA: ¡Christian! él solo me ha ayudado, no tiene la culpa, pídele disculpas.
CHRISTIAN: Lo siento, es que no quiero que le pase nada, supongo que me entiendes si es que tienes hermanos.
MARIO: No te preocupes, claro que te entiendo, me tengo que ir, mañana nos vemos.
Acompañé a Mario a la puerta.
GEMMA: Gracias.. -Hice una pequeña pausa.- por lo del móvil.
MARIO: No hay de qué.
Mario sonrió y se fue, yo volví dentro, le di un beso de buenas noches ami hermano y me acosté ya que estaba realmente cansada. A la mañana siguiente me desperté, me fui al baño, me duché, me vestí y me piné. Iba así:
Gemma:

Bajé al salón, me preparé el desayuno, desayuné, recogí lo que ensucié, me lavé los dientes, cogí mi bolso y me fui para el trabajo. Una vez llegué Mario estaba ya allí de pie apoyado en la puerta esperando que llegara Raúl, yo llegué y me senté en el suelo como el día anterior, creía que no me iba a saludar así que no lo saludé y me puse a escuchar música, estaba cambiando de canción cuando vi que Mario se acercaba a mi y se sentaba a mi lado.
MARIO: Buenos días.
GEMMA: Buenos días Mario.
MARIO: ¿Qué tal la noche?
GEMMA: Bien, aunque muy calurosa.
MARIO: Si, demasiado.
Sonreímos los dos y seguimos hablando hasta que llegó Raúl. Nos levantamos, lo saludamos y entramos en la cafetería, nos pusimos nuestros delantales y comenzamos a trabajar, estuvimos trabajando sin parar hasta que Raúl nos dio nuestro descanso y yo me senté en una silla que había al lado de la barra.
GEMMA: No me gusta nada trabajar, yo quiero estudiar.
MARIO: ¿Y por qué no lo haces?
GEMMA: Porque no puedo.
MARIO: ¿Se puede saber por qué?
GEMMA: Problemas familiares, ¿y tú? ¿por qué trabajas?
MARIO: Lo mismo, problemas familiares.
Estuvimos hablando y el descanso terminó, así que seguimos con nuestro trabajo. El primer turno terminó y nos fuimos a nuestras casas. Llegué a casa y Christian me saludó con dos besos, fui a la cocina a prepararme el almuerzo para comer y justo llamaron a la puerta, Christian fue a abrir.
CHRISTIAN: Gemma, María te busca.
GEMMA: Voy.
Salí de la cocina y fui a darle dos besos.
GEMMA: ¿Qué te pasa?
MARÍA: Nada, ¿podemos hablar un momento?
GEMMA: Claro, vamos a la cocina que me voy a preparar la comida y me cuentas.
MARÍA: Vale.
Nos fuimos a la cocina y me contó lo que le pasó, yo me quedé realmente de piedra.
GEMMA: ¿Enserio? dios mío, ¿y qué has hecho?
MARÍA: Pues nada he estado hablando con el.
GEMMA: ¿No te resulta extraño?
MARÍA: Pues un poco si, la verdad, pero espero no volverlo a ver mas.
GEMMA: Bueno, ¿y si te lo vuelves a encontrar qué?
MARÍA: Pues se lo diré claro, que yo no quiero tener nada que ver con el, no quiero ser su amiga, después de como trató en el internado, ni loca.
GEMMA: Pues si.
MARÍA: Bueno ya me voy.
GEMMA: Espera que ya salgo contigo, que tengo el turno de tarde, ¿recuerdas?
MARÍA: Verdad, venga, vamos.
Me despedí de mi hermano, salimos de mi casa, me despedí de María y me fui de nuevo para la cafetería. Llegué y saludé a Mario y a Raúl, estuvimos trabajando y nos tocó un descanso, decidimos salir a tomar un poco de aire y estuvimos hablando. No íbamos a meter para volver a trabajar cuando escuchamos un coche venir a toda velocidad, un chico que cruzaba no lo vio y lo atropelló, miré a Mario y salí corriendo hacia ese chico, se trataba de..
[Narra María.]
Era las 18:00 de la tarde y estaba algo aburrida, así que decidí vestirme e ir a dar una vuelta, me peiné y me pinté un poco los ojos. Iba así:
María:

Salí de mi casa, me puse mis cascos y caminé escuchando música. Llegué a un bar y decidí tomarme algo, me senté en una mesa que había libre, me pedí una coca-cola y esperé que me la trajeran, a los cinco minutos me trajeron la bebida y me la estuve tomando. Me estaba terminando la coca-cola cuando alguien tocó mi hombro, me di la vuelta y era Christian.
MARÍA: Hola, ¿qué haces por aquí?
CHRISTIAN: Estaba aburrido en casa y decidí dar una vuelta ¿y tu qué?
MARÍA: Pues lo mismo, estaba ya agobiada de estar en casa metida.
CHRISTIAN: ¿Te importa si te acompaño?
MARÍA: Claro que no, así no estoy sola.
CHRISTIAN: Bien.
Pagué la coca-cola y nos fuimos, estuvimos caminando y hablando, llegamos a un parque y nos sentamos en un banco, nos pusimos a hablar y se hizo las 20:00 de la tarde, decidimos irnos para la casa de Christian ya que me invitó a que cenara en su casa y yo acepté. Caminamos y en media hora llegamos, abrió la puerta, entramos, cerró y nos fuimos al salón, estuvimos hablando un rato más y decidimos poner una película mientras hacíamos tiempo para que Gemma llegara para cenar los tres. Puso la película y la estuvimos viendo, a la hora y media terminó y era las 21:30, faltaba media hora para que Gemma llegara, así que Christian se puso a preparar la cena y yo lo ayudé, la preparamos y ya era las 22:00 de la noche y Gemma no llega, esperamos un rato pero seguía sin venir así que decidí llamarla.
Llamada Telefónica:
GEMMA: Dime María.
MARÍA: ¿Dónde andas? nos habíamos preocupado, te estamos esperando para cenar.
GEMMA: ¿Nos? ¿con quién estás?
MARÍA: Con tu hermano en tu casa, ¿vas a venir o qué?
GEMMA: Yo estoy en el hospital, no te preocupes que a mi no me ha pasado nada, solo acompaño a alguien, cenad vosotros y así habláis, ya sabes.
MARÍA: ¿Qué ha pasado?
GEMMA: Ya te cuento después, quédate en mi casa a dormir.
MARÍA: Bueno vale, después hablamos.
GEMMA: Hasta luego, te quiero.
MARÍA: Y yo a ti.
Fin Llamada telefónica.
CHRISTIAN: ¿Qué ha dicho? ¿dónde está?
MARÍA: Está en el hospital porque le ha pasado algo a alguien, pero que no es por ella, que no nos preocupemos.
CHRISTIAN: Ah vale, ¿entonces cenamos nosotros ya?
MARÍA: Si, me ha dicho que cenemos y que ya me contará cuando vuelva, ah y que me quede a dormir.
CHRISTIAN: Bien, pues vamos a cenar.
Nos fuimos a la cocina y cenamos, recogimos lo que ensuciamos y fregamos entre los dos, después Christian cogió una tarrina de helado, dos cucharas, nos fuimos al salón y comimos un poco de helado, nos comimos la mitad.
MARÍA: Dios, voy a explotar.
CHRISTIAN: Y yo, voy a guardarlo otra vez.
MARÍA: Vale.
Christian fue a la cocina, guardó de nuevo el helado, puso las cucharas en su sitio después de lavarlas y volvió a sentarse en el sofá. Empezaba a tener frío y no paraba de tiritar.
CHRISTIAN: ¿Tienes frío?
MARÍA: Si, hace un poco de frío.
CHRISTIAN: Ven, tápate con la manta.
Me acerqué a el y me tapé con la manta, el levantó el brazo y me abrazó para que no tuviera frío, estaba realmente a gusto con él, nos quedamos así viendo la tele mientras esperábamos que Gemma llegara.

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